domingo, 16 de marzo de 2014

Érase una vez un opositor

Ni siquiera hace un año que comencé esta aventura... Aunque a mí me da la impresión de que hace mucho más. No porque esté siendo una tortura, volvería a empezar mil veces... Más bien porque en menos de un año mi vida ha dado un auténtico vuelco, un giro de 180º.

Ni siquiera hace un año... que decidí que era este el momento, y no engañaré a nadie, es duro, muy duro, pero es que no podría haber sido una decisión mejor tomada. Quién me iba a decir a mí que habrían pasado tantas cosas hasta llegar aquí. Solo diré esto, quien me iba a decir que encontraría el camino a seguir...

Hola, soy Leyre, y hace menos de un año decidí convertirme en opositora. Sí, decidí opositar, y no para cualquier cosa además. Todo esto es una locura, ha sido una locura hasta el momento y a mí me da en la nariz... que va a seguir siéndolo.

He descubierto el verdad esfuerzo, la verdad tenacidad y la verdadera paciencia. Creo en esto, y esto me ha enseñado a creer en mí... He descubierto lo que es trabajar duro, trabajar el cuerpo... ¡Ni siquiera yo podía saber de lo que físicamente era capaz! El deporte, verdaderamente ha cambiando en muchos aspectos mi forma de ver la vida. 

He aprendido a trabajar la mente, a controlarla, y a sacar de ella el mayor rendimiento.  



Un opositor necesita muchas cosas, cosas que ni él mismo sabe, esto es así. Pero principalmente necesita apoyos, no creo que nadie pueda hacer esto solo. Y yo no podría ser una mujer más afortunada. La mitad de mi éxito es fruto de todas esas personas que están conmigo. 

Mi familia es el artífice del plan, cuando comencé con esto hubieran saltado al vacío conmigo si yo se lo hubiera pedido. Su confianza y su paciencia, sin más.

Y tú. Simplemente eres tú. Mi compañero. Y no tiene nada que ver con un sentido figurado, con una frase hecha... El que camina conmigo, empujándome cuando me paro, parándose conmigo para coger impulso. Las subidas, las bajadas...  y él es la estabilidad y la razón de que en el peor momento, todo esté bien.

Mis amigos ¡ayyyy! Todos aquellos que me han visto desaparecer. A pesar de ello sigo recibiendo sus ánimos, sus ¡venga! Su confianza casi ciega... ¡¿Se puede ser MÁS GRANDE!?

Y todas aquellas nuevas personas que han aparecido con esto, que venían de la mano de la oposición. Porque los opositores necesitamos a otros opositores. Pero opositores buenos, felices, capaces de sacarte una sonrisa. Aunque eso tendrá que ser una entrada aparte...

A todos, prometo devolverlo todo.

...............

Tengo que contar todo esto, tengo que contar esta historia, porque va a ser grande, ¡esto va a ser grande...!

Pues que aquí estamos, con mis idas y venidas, venturas y desventuras. Que en un par de día y por tercera vez en menos de 12 meses emprendo el viaje hacia Ávila, ya os cuento. Allí que nos vamos.